De
nuevo
De nuevo, en Sitges. Y, de nuevo,
película de Paco Cabezas.
Sesión 20h15 en el Auditorio de Sitges, en el que nos
dejaron entrar con una amabilidad pocas veces vista (sin entrada, se
entiende). Esta vez se trata de "Carne de Neón" (2010),
versión largometraje de su propio corto (2005).
Película que triunfa entre el público del
Auditorio, no tanto entre la crítica, que quizás
trata a la película con excesiva crueldad. "Carne de
Neón" es una comedia muy a la española, con lo
que esto conlleva, y supongo que lo que no se le perdona es su
superficialidad, su falta de seriedad al abordar lo que la propia
película cuenta. Tampoco es fácil encasillarla.
Porque no es una comedia, ni un drama, ni una de terror, sino
más bien todo lo anterior junto. La habilidad de Paco para
cambiar de registro en la misma película es su mejor baza, o
lo que yo más valoro de "Carne de Neón", aunque
esto también es lo que más puede molestar a
algunos cinéfilos, que se preguntan qué es lo que
realmente se propone el director (quien supongo que tampoco piensa nada
en concreto, sino pasárselo bien durante el rodaje). Paco
demostró en "Aparecidos" el suficiente buen hacer como para
fiarse uno de él. Si quiere ser serio, puede serlo; por lo
menos, de momento. Quizás con el tiempo se le olvide, o no
le dejen, o ni siquiera lo intente (ser o parecerlo). Esta es la gran
cuestión a preguntarse con este joven director sevillano. Lo
que le convendría quizás sería una
estancia de varios meses en un país como Noruega o Islandia,
donde aprendería a retomar sus ideas bajo un punto de vista
"reformado". Y que dejara de ver cine americano durante un par de
años, tampoco le vendría mal como
formación.
Paco
y su particular Hiroshima
Paco
se aleja del horror muy bien conseguido de "Aparecidos" para
volver al mundo de la noche canalla. Sexo, drogas, y violencia. "Carne
de Neón" es un batiburrillo de personajes pintorescos,
enmarcados en una historia cuyo epicentro es la apertura de una casa de
citas llamada "Hiroshima". Está el malo malote, sin
escrúpulos; el joven héroe que se mete en
líos; la pobrecita yonki; una madre que sufre la
situación en su propio mundo descarnado; y una serie de
chicas que caen en las garras de la prostitución
más clandestina. Todo pasado por un turmix no demasiado
embalado, lo que permite que la historia no se vaya por sí
sola por los cerros de Úbeda.
Protagonistas
del Corto...
A
destacar en la película el patetismo del personaje de
Ángela Molina, que por momentos traspasa la propia pantalla,
al igual que la carnalidad de Blanca Suárez, cual
adolescente enviada por el diablo para excitar sexualmente a hombres,
mujeres, plantas, animales y piedras.
...
y del Largo, con menos pelo el malo
¡Paco!,
no te pierdas, por favor, ¡que el público se va!
Auténtica
y Disfrutable Serie B
A
continuación, una de las grandes sorpresas de los
últimos años. Auditorio, 22h30´. Una
película
pequeña, que sufre de una hiriente falta de
distribución, quizás ahogándose en
sí misma por culpa de estar rodada en 3D (o al menos esta es
la versión proyectada en Sitges). Una vuelta al cine de
aventuras, puras y duras, sin más pretensiones. Una
pequeña joya de serie "B", sobre todo para los aficionados
al cine de automóviles con vida propia. Cualquier fan de
"Christine", de los "killer car", o de la mítica serie de
consejos de conducción "La Segunda Oportunidad"
disfrutará doblemente. Se trata de "Hybrid 3D", o "Super
Hybrid" (en la base de datos imdb, y en general, parece que se la
conoce con este segundo nombre).
Digna,
entretenida, diferente
La
película tiene unas críticas horribles en los
pocos sitios en los que se habla de ella, lo que me gratifica, porque
algunas películas son para disfrutarlas en
minoría. Esta es una de ellas. Aparte, hay que destacar el
giro lovecraftiano final, original y bien llevado. ¿Que se
trata de un guión con frases como para echarse a
reír? Pues sí. Los personajes son meras
marionetas al servicio del coche, protagonista absoluto. Dirigida por
el francés Eric Valette, el mismo de "Malefique" (2002),
película que tuve la ocasión de ver en la XIII
Semana de Cine Fantástico y de Terror de San
Sebastián, de la que poco recuerdo, por cierto.
Serían las cervezas.
Más tarde, empezaba uno de
los famosos maratones de Sitges. En el Retiro, de nuevo. Desde la una
de la madrugada, el programa prometía dos cortos y tres
largos. Los primeros: "Deus Irae" (2010), de catorce minutos bien
llevados, sobre un exorcismo bastante convincente; del argentino Pedro
Cristiani. Y "Jack" (2010), corto canadiense de seis minutos, dirigido
por Kryshan Randel; una aportación más, bastante
divertida, al mundo de las calabazas de Halloween.
El primer largo fue
la francesa "Rubber" (2010) de Quentin Dupieux.
Corre,
corre, que te pillo
La propuesta funciona, aunque por
momentos, nos cansa. Rodada hace
treinta años, hubiera sido un hit masivo. Hoy al
público hay que sorprenderle de forma continua por mucho que
el comienzo de "Rubber" sea totalmente hipnótico. Un simple
neumático cobra vida, y empieza a desarrollar enseguida su
capacidad de adaptación y depredación en el mundo
en el que le toca vivir.
Amor
a primera vista
Rueda, y rueda, y poco a poco sus
travesuras son de mayor
relieve. Hasta que tampoco ni el mismo director parece saber muy bien
hacia donde llevar el histrionismo que representa su
neumático. Aún así, se agradecen
muchísimo este tipo de intentos de hacer algo diferente. La
película, vista en otro momento, fuera del contexto de un
maratón de cine, puede ganar, o puede perder. Tampoco es
para verla solo en casa, desde luego. Alguien se tiene que
reír al lado tuyo. Si no, no tiene gracia ver a un
neumático rodando por un desierto. Digo yo.
¿Carátula
del próximo single de Tangerine Dream?
¡INSOPORTABLE!
Ya
está todo dicho de la siguiente película. La
peor que haya visto jamás. Ni siquiera un público
razonablemente entregado, con ganas de reirse un poco, pudo levantar en
un mínimo porcentaje mi estado de ánimo.
Soberanamente aburrida, rodada con dos neuronas y media, con una trama
infantilesca de interés nulo. A evitar rigurosamente.
Sólo para auténticos enfermos de la nueva ola de
cine fantástico (de fantasía, mejor)
nórdico, en general fastidioso, poco divertido, predecible,
nada terrorífico, pusilánime, naif hasta el punto
de dar vergüenza ajena. El responsable de este bodrio y
desaguisado total es
Thomas Cappelen Malling, que fue capaz de sacar setenta y siete minutos
de rodaje de un proyecto que estaba abocado al desastre desde el
principio. ¡Agghhh!
Los
protagonistas del histórico Despropósito
Menos
mal que la noche se salvó con un peliculón
de Miike Takashi, que esta vez no me decepcionó (lo hizo por
ejemplo con Crows Zero). "Zebraman: Attack On Zebra City".
1984
en Tokyo
Miike
realiza una película que es fusión de
aventuras, ciencia-ficción, y musical. Deja de lado sus
manías, y rueda una historia potente, más
subversiva de lo que podría parecer en principio (al menos
para su público japonés). El tiempo juega un
papel muy importante en las idas y venidas de los habitantes de Tokyo,
controlados en todo momento por un gigantesco reloj. Zebraman se
encargará de intentar destruir el control temporal de la
población, algo que en la realidad, ocurre a lo largo del
Japón de rostro menos turístico y mucho
más oculto, sin que, desafortunadamente, exista un
héroe del calibre de Zebraman para deshacer el problema.
Pero Miike es más onanista que revolucionario, por lo que
según evoluciona su película, se difumina su
comienzo más transgresor, para terminar siendo un documental
que narra las luchas de Zebraman contra su archienemiga, hija del
alcalde, etc, etc...
Ven
a por mí
En
resumen, noche satisfactoria, no tan brutal como la del
año anterior, no tan específica. Más
divertida, que supongo que es lo que los tiempos piden. El terror
está en casa. La risa, en Sitges. No comparto esta
visión, desde luego. A medio plazo, los elevados precios, y
la cada vez mayor desubicación de géneros que
sufre el Festival, acabarán por pasar factura. Sobre todo
por los primeros. La segunda tiene mejor arreglo; hay que estar
más atentos con Sala y sus secuaces de sonrisa perenne (en
concreto la programación de la peli noruega comentada antes
en maratón nocturno no tiene perdón, -que la
sufran los madrugadores críticos, no te jode-).
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