De
estas 5 películas, no había visto ninguna antes.
Empecemos por orden cronológico.
Las tres primeras, "Secret Agent", "Young And Innocent" y
"The Lady Vanishes" pertenecen a su etapa inglesa (que dura hasta
1940).
"Secret Agent" - 1936 - nada tiene que ver con la novela de
Joseph Conrad "The Secret Agent" (que se tituló como
"Sabotage" como ya indiqué antes). Es una
auténtica película de espías. No
está mal, no está mal. Salvando el problema con
el que se encontró Hitchcock; la inminente llegada de la
guerra con Alemania, se le acabaron las posibilidades de hacer
películas más originales. Esta es la consabida
historia de 2 espías británicos (que se hacen
pasar por matrimonio en Suiza, para añadir algo de salsa a
la situación) en la búsqueda y captura de un
espía que se dirige hacia Constantinopla en un tren, al que
hay que eliminarlo como sea. Volvemos al patriotismo más
atroz. ¿Cómo un tipo tan original como Hitchcock
pudo realizar tantas películas de falsos ideales?
¿Cómo? Pues que se apunten un tanto los ministros
de propaganda británicos y americanos. Acabaron con la
carrera de este señor. Sí, es verdad, lo que fue
y lo que pudo haber sido Hitchcock.
Encima en esta película se plantean dilemas
morales, que se resuelven con un resuelto servicio al país.
La pareja se equivoca de espía, y lo asesina a sangre
fría. ¡Claro! pero si es Peter Lorre el asesino
material, ¡no pasa nada! Ese hombre siempre estuvo mal de la
cabeza, es lo que hay que hacer pensar al público. Hitchcock
lo quita de en medio en la última escena de la
película. Impresentable. Pero que conste que la
película se deja ver, especialmente la última
parte, con escenas de acción en un tren bastante
conseguidas.
Peter Lorre, tan inocente como
la pareja que le acompaña, pero... el guión manda
"The
Lady Vanishes" es casi una copia de "Secret Agent", pero algo alterada.
Historia de espias. Pero al menos aquí se mantiene cierto
suspense del estilo agatacristiano, en un nuevo viaje en tren. Una
señora desaparece de un tren. Todos los pasajeros del tren
le hacen pensar a la chica que subió con ella que
está mal de la cabeza, que esa señora nunca
existió. Hasta que el galán se interesa por su
caso. En fin, no merece más comentarios la
película. Teniendo en cuenta que estamos hablando del
año 1938, la película también se deja
ver, aunque esta vez el final es bastante denigrante. De nuevo la moral
del país se va al garete, todo por la patria. La chica, en
un viaje en el que iba a verse con su prometido, sí, su
prometido, tras unas pequeñas aventuras en pos de la gloria
patriótica, lo deja todo por el galán. Pero,
¿qué tendrán las películas
de hoy en día, tan explícitas y tan guarras con
esos argumentos que asustan a los más mayores?
¿Tan escandalosas son?
Uno puede perder la cabeza por un bocadillo en un momento de
hambre, por un buen vaso de sake en una noche de mucha humedad....
pero, ¿perder a una chica por motivos patrios?
¡Ojo! que no hablo de nacionalidades, sino de ayudas a las
nacionalidades para lavar conciencias demasiado apestosas.
Jóvenes, patriotas,
y lo demás... no importa
Entre medias le quedó a Hitchcock "Young And Innocent" -
1937 - No parece que sea de las más conocidas de esta etapa
suya inglesa. Pero yo la pondría como la mejor, junto con
"Sabotage", de la que ya escribí algo anteriormente. En una
sala de baile se destapa al final la verdad. De nuevo, la
música, y en el momento que se toca es importante. El zoom
hacia el batería de una orquestina es de los que se le
quedan grabado a uno para siempre. No es tan famoso como el que hizo
Ford a Wayne en "The Stagecoach" (1939), no tiene esa pomposidad, y no
se quiere presentar la cara de ningún actor especialmente
interesante. Se nos acerca a la vista la cara del culpable. La cara,
con una cierta particularidad, que salva de la cárcel al
inocente chico que se ve rodeado por demasiadas casualidades. En este
caso, como ya indica el título, la protagonista, joven e
inocente, pasa de todo, especialmente de su padre que es jefe de
policía, y se pone del parte del chico. Nova Pilbeam, una
actriz sin demasiada carrera pero con un atractivo que otras actrices
más usadas por Hitchcock no tenían.
Nova Pilbeam, joven e inocente
"La Posada de Jamaica" (1939) - película que
desafortunadamente no cuento con ella - y la archifamosa "Rebeca"
(1940) - la primera película americana de H. - separan de
estas películas comentadas a "Foreign Correspondent" y "Mr.
and Mrs. Smith". Una de patriotas, y otra de payasadas conyugales. Dos
películas que si desaparecieran del listado personal de
Hitchcock creo que nadie las echaría de menos.
"Foreign Correspondent" es el no va más del
pérfido propagandismo en el que se vió envuelto
el pobre gordito inglés tras rodar el sueño de
Rebeca. Se puede decir que "Rebeca" es verdaderamente la
última película de Hitchcock, excepciones aparte
de sus experimentos con el público. En "Foreign
Correspondent" tenemos a un periodista, joven y fuerte, americano y con
ideales, que piensa que los europeos no dicen la verdad en sus
periódicos, y se embarca en un viaje a Holanda, para
desmontar una nueva trama de espionaje. Película que ni
siquiera se salva mucho por la acción. Si yo fuera
holandés al menos, terminaría por odiar esta
película tan alejada de la realidad. Pero recordemos, ya
estamos en 1940, y hay que seguir aunando esfuerzos.
No os preocupeis muchachos,
estoy dispuesto a publicarlo todo
"Mr. and Mrs. Smith" (1941)
es una comedia americana al uso,
en la que entre bromas, un matrimonio deja de serlo por problemas de
jurisdicción. Tiene sus buenos detalles. Pero peca de liar
la trama a extremos insospechados. No tiene tanta gracia como
podría haberla tenido. La broma se alarga tanto, que lo
mejor que uno espera es que al final se acabe la película.
Mejorará la cosa con "Suspicion", de la que ya
hablaré en otro momento.
¡Ay! pero
qué bobos somos
En resumen, vean ustedes "Young And Innocent" de esta remesa.
Lo demás...
... continuará...
Cuatro nuevas películas a comentar. Alguien
pensará que no he hecho otra cosa más este
año que ver películas de Hitchcock.
"Suspicion" (1941) es una buena película de
suspense, que
comparte problemas con "Spellbound". Una pareja desarrolla una
relación sin que nadie le pueda ver demasiado el sentido.
En este caso, Joan Fontaine es una chica sencilla,
tímida, sin ninguna experiencia con los hombres; Cary Grant
vuelve a fastidiar la película con su
sobreactuación. Se las da de dilapidador de fortunas
inexistentes, adepto al crédito bancario y sobre todo al de
los amigos, en vías de ser alcohólico,
caprichoso, imbécil, etc... Y los dos se enamoran. Hasta que
la película toma poco a poco la dirección
siguiente: el payasete está tan endeudado que necesita
dinero a toda costa, y se sugiere al espectador que tampoco el
asesinato va a ser un freno para este hombre.
El final, bastante conocido (o eso espero), en el que la
pareja conduce un coche a gran velocidad, se supone que fue uno de los
que decidió la productora por el mismo Hitchcock.
¿El vaso de leche debía estar o no envenenado? En
fin, Joan Fontaine está deliciosa en alguna de las partes de
la película, así como Nigel "Dr. Watson" Bruce,
borrachín de lo más encantador.
Película que en su día vi, y que no me
llegó a convencer del todo. Creo que esta vez me ha gustado
más; ¿por qué? porque se ve bien a las
claras la podredumbre que rodeaba a esta gente tan famosa que se
hacían llamar actores y actrices.
Venga, mujer, que sabes que
esto es de mentiras
"Saboteur", nada que ver con
"Sabotage", es otro canto al
más degenerado patriotismo pro-americano. Historias de
supuestos anarquistas dispuestos a volar pantanos y buques.
Lástima que los planes siempre se vienen abajo. Hay poco
dinamismo en la película. Empieza bastante bien. Un
trabajador muere en una fábrica. Alguien provoca un
incendio, alguien en vez de ayudar a apagarlo lo aviva, sulfatando
gasolina en vez de agua (como años después lo
haría Mortadelo en una de sus grandes aventuras). A
Hitchcock le venía demasiado grande el poder
político que significaba rodar películas en un
país con un régimen seudo-fascista
allá por 1942. Una pena. No me voy a alargar más
con este tema. Las escenas finales en la Estatua de la Libertad no
aportan nada. De hecho, hoy en día dan bastante
repelús emocional. En fin, un fiasco.
Algo nos une, amigo. Pero
tú debes caer antes que yo
"Under Capricorn" (1949) es una buena película. De
época. Ambientada en la que ir a Australia significaba ser
un maleante, o un pérfido buscador de dinero
fácil. Cotten hace un papel digno, en el que se le respeta
bastante su carácter hasta el final de la
película. Un personaje de los de antes, cabezón,
con su propia moral, pero sin retortijones de guión hacia el
final. Ingrid Bergman protagoniza un papel diferente para ella.
Está más guapa, y su locura y su constante
borrachera de gloria se puede considerar como más verosimil
de lo normal. Para Hitchcock es su otra película
"gótica" después de "Rebeca". Recomendable. A
pesar de que la historia contiene un romanticismo bastante exagerado,
se deja ver muy bien. No hay demasiados peros.
Largas melenas,
¡dejadme en paz!
"Stage Fright" (1950). No recuerdo bien esta
película. Me
dormí al menos en un par de intentos. Quizás fue
porque es la única que he visto vía
"colección 500 yenes". Ni siquiera Marlene Dietrich la salva
demasiado. La que la hace perder mucho es Jane Wyman, actriz
especialmente odiosa.
Sin más comentarios
Y
por ahí queda alguna más...
Con
estas cuatro películas, completo mi detallado y sesudo
estudio, al menos aburrido sí que es, de las
películas menos conocidas de Hitchcock.
Empiezo con la mejor del cuarteto, "Jamaica Inn", la posada
de Jamaica, año 1939, última película
de Hitchcock rodada en su patria.
Lo primero indicar que sin la ayuda especial de la Filmoteca
de Girona, y a través del Doctor X., este proyecto nunca
hubiera salido adelante, y no podría haber visto esta
película, enviados los rollos especialmente desde
Españaaaaaa, er... bueno...
La posada de Jamaica es un lugar de refugio de truhanes, de
contrabandistas, de asesinos, de pillos, de desalmados, de
alcohólicos y mujeriegos (aunque alguien pudiera ver algo de
homosexualidad entre ellos), que provocan naufragios enfrente de las
difíciles costas de Cornualles. A través de un
blanco y negro viejo y desgastado, vemos las olas que se van a romper
contra las rocas, y contra las cabezas de los muertos. Lo que demuestra
la valía de Hitchcock, que al parecer no valoraba esta
película mucho, es que dirige una perfecta
película de aventuras al uso, ni más, ni menos.
Que rodara uno o tres años antes películas de
propaganda como "The Lady Vanishes" o "Secret Agent" parece que no le
hizo olvidar cómo entretener al público con un
poco más de gusto.
Charles Laughton, el gordo actor, quien en realidad es justo
pionero del "¡Tu Tío!" del señor
Scaramanga, con su "Chaaaaaadwick, Chaaaaaaadwick", añade a
la película un personaje pocas veces visto en el cine en la
segunda mitad del siglo XX.
Verdaderamente, los peores hombres retratados en el
celuloide, los que más maldad, soberbia, iniquidad, orgullo
y ansias de poder transmiten pertenecen a los años 20, 30 y
40, al menos en Europa y EEUU, que decir esto del cine
asiático ya se sale de la jurisdicción de mis
atrevimientos fementidos.
Película para ver y relajarse, pero
también para darse cuenta de que en ella, está
todo lo que tiene que estar en la vida, como suele ocurrir en una buena
aventura.
Esas caras lo dicen todo.
Estamos ante algo grande
"Atrapa a un ladrón" es lo peor que he visto del
Hitchcock moderno, pero en realidad, la culpa la tiene Cary Grant. Ha
envejecido fatal la película. Y eso que es casi 20
años más moderna que la anterior. Este actor, con
esa peluca que parece que lleva, y esa superioridad con la que aparece
en cámara ahuyenta a las masas de hoy en día. No
he vuelto a ver "Con la muerte en los talones", que aunque es mejor,
quizás me produciría un efecto similar. Gracy
Kelly puede pasar, porque era demasiado guapa para estropearla en
pantalla, pero aún y todo, también se cree lo que
pronto iba a ser (en 1956), una princesa consentida y con ganas de liar
al personal. Poco más que comentar. Si acaso, shikashi, , la
estupenda publicidad turística que Hitchcock hace de la
Costa Azul francesa, cuando todos sabemos, por lo menos yo, que aquello
es tan bonito como cualquier pueblo de la Costa Brava (bueno, esto se
lo debo a la mentada Filmoteca), solo que infestado de leyendas
innecesarias en el siglo en el que vivimos. A huir de ella. Para
novicios de catorce años, o para camareras de maid
cafés franceses, a ver si pescan algo.
Sin palabras ¡Vamos
todos al parvulario!
"Pero, ¿Quién mato a Harry?" (hay un
capítulo de "El Equipo A" que homenajea a esta
película) es mejor, y eso que está rodada en el
mismo año que la anterior. Supongo que Hitchcock se
hartó de las indigestiones que le producía rodar
en serio lo que es una broma de mal gusto, y optó por rodar
en broma lo que es muy serio. Un hombre mata accidentalemente a otro, y
a partir de aquí, se suceden situaciones
humorísticas acerca del muerto. Lo entierran, lo
desentierran, la policía no se entera de nada, y se crea una
película bastante simpática para la
época. Aunque ¡ojo!, tampoco aporta mucho,
realmente. Para pasar el rato.
Los actores, ¡gracias!, no son demasiado famosos, y
hasta Shirley McLaine se deja ver, aunque ya empezaba a dar muestras de
insuficiencias varias, entre estas, algunos escarceos con la
imbecilidad.
La película está llena de ese humor
inglés que de verdad hace reir por momentos, aunque a veces
cuesta, y el espectador tiene que poner de su parte.
Mira, es un muerto. Venga,
vámonos a casa, que papi se va a enfadar
"El Hombre que sabía demasiado", segundo intento
de Hitchcock, es, como el primero, tedioso, y más si cabe,
con un James Stewart nada inspirado. Película que recuerda a
"Babel", sobre todo la escena del autobús del principio. La
película se hace larga, la trama excesivamente aburrida a
estas alturas, y nadie ya da un duro por este tipo de juegos
de información/no información.
Aparte claro está, la protagonista, Doris Day,
añade más odio en la mente del espectador. Una
actriz ni bella, ni siquiera guapa, ni con dotes de actriz, pero con
unas especiales para desafinar cuando se pone a cantar. Odiosa, en
suma. La trama cuando llega al Albert Hall de Londres mejora algo,
sobre todo porque se sabe que falta poco para que se acabe la
función. Y el final, con el primer ministro de no se
qué país dando una fiesta en una embajada con
más agujeros de seguridad que una que yo me sé...
En fin, a evitar rigurosamente.
El cartel, evidentemente,
sugiere el tiro en la nuca para la fea y brujil Doris Day
Si
tuviera que quedarme con cinco películas de
Hitchcock serían:
Sabotage, Extraños en un tren, Psicosis, Los
Pájaros y Frenesí, aunque tendría que
volver a ver la de los pajaritos, porque quizás los
cambiaría por una soga. Elimino Vértigo, porque
para eso ya está Naruse Mikio y su "Midaregumo".
Good Bye! Mr. Hitchcock! Le repasaré en otro
momento.
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