16 Julio 2007

 A lo largo de este año Fementido ha estado visionando y revisionando unas cuantas películas de aquel señor llamado Alfred Hitchcock. Así que de momento me quedo con cuatro.

 Dos pertenecen a su etapa más pura, la inglesa, y otras dos, a la americana.

 "Spellbound" ("Recuerda") es la única que ya había visto, hace muchísimos años. Por supuesto que esta vez me ha gustado menos.  
 Un adolescente, viendo la película con sus padres en casa, seguro que tiende a pensar que ahí fuera hay un mundo bastante diferente, y que no debe estar tan mal si los problemas se arreglan con un poco de psicoanálisis, sueños, cuadros de Dalí, unas copichuelas, todo ello con la compañía de Ingrid Bergman, claro.
 La trama de la película poco a poco va perdiendo el sentido. Algo que ocurre en unas cuantas películas del gordito inglés. Es que no tiene ningún sentido. Pero supongo que en 1945 daba el pego, como muchas de las películas de aquella época.
 Vale, vale, Hitchcock nunca pretendió rodar las ordinariedades de la vida cotidiana, se interesó más por los giros y por los tornillos que entran desde el primer momento torcidos en la pared.
 Pero esto sólo no me vale a estas alturas. La película se lleva un siete porque ya entramos dentro de lo personal. Ver a Gregory cómo intenta recordar su infancia me hace recordarme a mí mismo en aquel tiempo en el que vi la película. Poco más.




¡Despierta, condenado!


 "The Lodger" es una película muda, sin mayores sorpresas. Hoy en día, al público (y me tendré que incluir en él, por mucho que me fastidie) le han hecho que cambie su manera de ver las películas. Y ponerse a ver una de 1926, requiere cierto esfuerzo, que por cierto, no necesitaba hace unos años. (El por qué de esto lo investigaré dentro de otros cuantos años, quizás en alguna universidad)
 La película tiene el gran mérito de mantener la atención del espectador. ¡1926! versus ¡2007! Quizás sea una de las películas más oscuras de Hitchcock, o la más oscura. Su primera de suspense. Se empieza a oler claramente la represión sexual, la búsqueda del preciado objeto de una mujer asesinable (violable. es decir, lo de siempre).
 Hitchcock con 27 años, sale de su particular armario. Del todo recomendable.



La Cruz Y El Cuchillo



 "Sabotage" es una película a la que tengo mucho cariño. Se basa en la gran novela de Joseph Conrad "The Secret Agent". Anarquismo en Londres. Bombas. Proyectos. No hay un por qué. Simplemente hay que volar lo que se pueda. Contiene una de las secuencias más famosas del cine: el espectador sabe que hay una bomba en un autobús, pero los pasajeros no. 1936. Hitchcock ya es un maestro del suspense.
 Sin embargo, su final no es del todo convincente. ¿Por qué? Porque la hija del anarquista se enamora del policía, y se pone de parte de la sociedad. A estas alturas... ¡por favor!
 Me temo que si no en esta pelicula, sí en otras muchas, a Hitchcock le faltó mucha personalidad para defender mejor sus guiones. De lo que el quería rodar a lo que se rodó, y a lo que se montó, y a lo que se estrenó... y eso que lleva fama de hacer lo que quería con el público. Mentira.
 Pero no adelantemos acontecimientos.




Mira, tu padre es anarquista, pero tú y yo vamos a ser socialistas



 Queda "Strangers On A Train". Si bien "Vertigo" y "Psycho" son dos obras que es mejor no meterse mucho con ellas - sobre todo con "Psycho" - (que no las he visto en mi particular ciclo casero, por cierto), mucho tienen que envidiar a esta película.
 Actores desconocidos. Nada de estrellas (hasta su hija parece ser una actriz decente), nada de Stewarts ni de Novaks, ni Grants, ni Leights, (pobre gente que en cuanto se la ve en pantalla soporta una carga adicional demasiado pesada de llevar en el siglo XXI).
 "Strangers On A Train" no tiene ninguno de estos problemas. El guión por supuesto que se chafa al final. Los finales de Hitchcock son horribles en general, todo hay que decirlo. Porque los comienzos tienden a ser incomparablemente más interesantes. Y el comienzo de esta película supera a cualquiera de las películas que hizo Hitchcock.
 Un pesado, un psicótico, un caballero, un ricachón, todo se junta en un hombre que está dispuesto a jugar con su vida, si alguien quiere también jugar con la suya propia. Todo un juego mental, y que además, conserva una actualidad soberbia. La mejor de las películas del ciclo. Sin duda. Recomendable ver hoy en día en un tren, con uno de esos DVD portátiles tan ñoños, y empezar a observar que no pasa nada en el tren. Todo lo que ocurre, todo lo que puede ocurrir, ya lo rodó Hitchcock en 1951.





Tú y yo vamos a hacer grandes cosas


 (continuará)


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17 Julio 2007

"The Rope" (1948)  Me gustó mucho entonces, de pequeño, y ahora también. Un simple ejercicio cinematografico, en el que Hitchcock intenta enlazar los 80 minutos de rodaje en un sólo plano secuencia. La continuidad no alcanza la perfeccion, pero sí que da el pego. Y la historia que se plantea es de las que le gustan a cualquiera que haya manejado una cámara de cine alguna vez. Supone un reto saber cómo desarrollar una película en una sóla habitación, con un objeto tan básico como una cuerda, la idea de un asesinato y la reunión de unos cuantos amigos tomando un pequeño cocktail. El final, una vez más, puede dejar algo desencantado al público, pero esta vez se le perdona. Jimmy Stewart aporta seriedad a la película, sin sobrepasarse en su papel de instigador al asesinato, y más tarde, de arrepentido teórico.




¡Quita, manazas!



 Volvamos al pasado. "The Man Who Knew Too Much", en su primera versión de 1934, es una película que desde el principio no me entró. Peter Lorre es otro actor que ha perdido para mí enteros con el tiempo. A veces es delicioso el tipo, en su descabellado histrionismo, pero carga demasiado hoy en día. Será que todos los días me cruzo con demasiados Peter Lorre en la calle y no digamos en un sitio que yo me se. Por lo demás la trama es ya bien conocida: un tipo inocente, de la manera más casual, se hace con una información que no debería poseer y se mete en un lío de mucho cuidado, con un secuestro en la familia incluido. La secuencia final me cargó muchísimo. No le vi mucho el sentido. Teniendo una idea de principio válida, de nuevo se echa a perder todo con la necesidad que requiere el rodaje de cierta cantidad de minutos. Hitchcock hoy en día rodaría cortometrajes.




¿Qué miras? Soy yo, Lorre. ¿Qué pasa?



"The 39 Steps" (1935) rodada una año más tarde, también sufre muchísimo de un punto de partida demasiado forzado. De todas maneras, en mi opinión, acaba de forma más feliz, porque se mantiene el suspense hasta el final. Hitchcock sigue con esta película su particular obsesión con rodar en espacios donde la gente se reune para ver un espectáculo, sea un teatro, una sala de conciertos o un salón de baile. Después le seguirán muchas otras, pero en "The Man Who Knew Too Much" y sobre todo en "The 39 Steps", me quedé con un recuerdo bien fijo del actor del que depende la solución de todo el suspense de la película. Un tipo que es capaz de memorizar cantidades increibles de información. Ningún problema hoy en día con los dispositivos informáticos con los que cuentan los espías y los ministros de Economía, pero en aquel entonces, era algo a tener en cuenta. Una película más sobria, quizás porque no está Lorre, y más excitante, porque trabaja en ella Madelaine Carroll.







"Shadow Of A Doubt", después de haber visto "Strangers On A Train" fue una decepción. Podría haber sido una gran película. Un tipo sospechoso que llega a una ciudad de provincias. 1943. Película en la que se describe, ya de forma descarada el paranoico comportamiento de la sociedad norteamericana que llega hasta nuestros días. Todo el mundo es sospechoso, hasta que demuestre lo contrario. Y para demostrarlo, hay que haber nacido en el pueblo, haber jugado en el equipo de beisbol local, y haber tenido alguna novia del barrio. Porque, amigo, si no, lo tienes crudo. No puedes aparecer en un pueblo de repente, y esconderte en una habitación. No puedes llevar una vida discreta, porque el pueblo quiere que le demuestres que tiene la razón, y te quiere buscar algún punto negro en tu vida.

 Lo malo de esta película es que no es para nada subversiva, ni un mínimo, que se le debería haber otorgado al público. La sombra, no es de una duda, sino de una certeza. El comienzo, con Cotten y su comportamiento de psicótico, no ayuda en nada a plantear dudas en el espectador.




Con esa pinta, ¿quién no tiene dudas de la culpabilidad de este tipo?


"Notorious", de 1946, es condenadamente patriótica. Bergman, claramente retratada como una seudoprostituta debe espiar para el gobierno. Hay una escena en la película, al principio, en la que se deja claro, que para salvar al país, el todo vale es la única premisa. Y Hitchcock rueda una película bastante insólita para la época, en la que el espectador se supone que debe perdonar a la protagonista su promiscuidad porque se pone manos a la obra para salvar a su país. Película hipócrita, pero gracias a este delirio, se salva. Bergman se acaba liando con Grant, claro. Y al final, todo el mundo se redime, y los malos, supuestos seguidores del regimen nazi, caen en manos de la policía. En fin, otra película que no ha envejecido nada bien. Se lleva el 8 porque Bergman es una actriz que podía con todo lo que le echasen encima, hasta con Grant.




Siendo lo que eres, a partir de ahora, vas a ser lo que te digan que seas, ¿vale?


...continuará...

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21 Julio 2007



 De estas 5 películas, no había visto ninguna antes.

 Empecemos por orden cronológico.

 Las tres primeras, "Secret Agent", "Young And Innocent" y "The Lady Vanishes" pertenecen a su etapa inglesa (que dura hasta 1940).

 "Secret Agent" - 1936 - nada tiene que ver con la novela de Joseph Conrad "The Secret Agent" (que se tituló como "Sabotage" como ya indiqué antes). Es una auténtica película de espías. No está mal, no está mal. Salvando el problema con el que se encontró Hitchcock; la inminente llegada de la guerra con Alemania, se le acabaron las posibilidades de hacer películas más originales. Esta es la consabida historia de 2 espías británicos (que se hacen pasar por matrimonio en Suiza, para añadir algo de salsa a la situación) en la búsqueda y captura de un espía que se dirige hacia Constantinopla en un tren, al que hay que eliminarlo como sea. Volvemos al patriotismo más atroz. ¿Cómo un tipo tan original como Hitchcock pudo realizar tantas películas de falsos ideales? ¿Cómo? Pues que se apunten un tanto los ministros de propaganda británicos y americanos. Acabaron con la carrera de este señor. Sí, es verdad, lo que fue y lo que pudo haber sido Hitchcock.
 Encima en esta película se plantean dilemas morales, que se resuelven con un resuelto servicio al país. La pareja se equivoca de espía, y lo asesina a sangre fría. ¡Claro! pero si es Peter Lorre el asesino material, ¡no pasa nada! Ese hombre siempre estuvo mal de la cabeza, es lo que hay que hacer pensar al público. Hitchcock lo quita de en medio en la última escena de la película. Impresentable. Pero que conste que la película se deja ver, especialmente la última parte, con escenas de acción en un tren bastante conseguidas.




Peter Lorre, tan inocente como la pareja que le acompaña, pero... el guión manda


 "The Lady Vanishes" es casi una copia de "Secret Agent", pero algo alterada. Historia de espias. Pero al menos aquí se mantiene cierto suspense del estilo agatacristiano, en un nuevo viaje en tren. Una señora desaparece de un tren. Todos los pasajeros del tren le hacen pensar a la chica que subió con ella que está mal de la cabeza, que esa señora nunca existió. Hasta que el galán se interesa por su caso. En fin, no merece más comentarios la película. Teniendo en cuenta que estamos hablando del año 1938, la película también se deja ver, aunque esta vez el final es bastante denigrante. De nuevo la moral del país se va al garete, todo por la patria. La chica, en un viaje en el que iba a verse con su prometido, sí, su prometido, tras unas pequeñas aventuras en pos de la gloria patriótica, lo deja todo por el galán. Pero, ¿qué tendrán las películas de hoy en día, tan explícitas y tan guarras con esos argumentos que asustan a los más mayores? ¿Tan escandalosas son?
 Uno puede perder la cabeza por un bocadillo en un momento de hambre, por un buen vaso de sake en una noche de mucha humedad.... pero, ¿perder a una chica por motivos patrios? ¡Ojo! que no hablo de nacionalidades, sino de ayudas a las nacionalidades para lavar conciencias demasiado apestosas.



Jóvenes, patriotas, y lo demás... no importa


Entre medias le quedó a Hitchcock "Young And Innocent" - 1937 - No parece que sea de las más conocidas de esta etapa suya inglesa. Pero yo la pondría como la mejor, junto con "Sabotage", de la que ya escribí algo anteriormente. En una sala de baile se destapa al final la verdad. De nuevo, la música, y en el momento que se toca es importante. El zoom hacia el batería de una orquestina es de los que se le quedan grabado a uno para siempre. No es tan famoso como el que hizo Ford a Wayne en "The Stagecoach" (1939), no tiene esa pomposidad, y no se quiere presentar la cara de ningún actor especialmente interesante. Se nos acerca a la vista la cara del culpable. La cara, con una cierta particularidad, que salva de la cárcel al inocente chico que se ve rodeado por demasiadas casualidades. En este caso, como ya indica el título, la protagonista, joven e inocente, pasa de todo, especialmente de su padre que es jefe de policía, y se pone del parte del chico. Nova Pilbeam, una actriz sin demasiada carrera pero con un atractivo que otras actrices más usadas por Hitchcock no tenían.





Nova Pilbeam, joven e inocente



 "La Posada de Jamaica" (1939) - película que desafortunadamente no cuento con ella - y la archifamosa "Rebeca" (1940) - la primera película americana de H. - separan de estas películas comentadas a "Foreign Correspondent" y "Mr. and Mrs. Smith". Una de patriotas, y otra de payasadas conyugales. Dos películas que si desaparecieran del listado personal de Hitchcock creo que nadie las echaría de menos.

 "Foreign Correspondent" es el no va más del pérfido propagandismo en el que se vió envuelto el pobre gordito inglés tras rodar el sueño de Rebeca. Se puede decir que "Rebeca" es verdaderamente la última película de Hitchcock, excepciones aparte de sus experimentos con el público. En "Foreign Correspondent" tenemos a un periodista, joven y fuerte, americano y con ideales, que piensa que los europeos no dicen la verdad en sus periódicos, y se embarca en un viaje a Holanda, para desmontar una nueva trama de espionaje. Película que ni siquiera se salva mucho por la acción. Si yo fuera holandés al menos, terminaría por odiar esta película tan alejada de la realidad. Pero recordemos, ya estamos en 1940, y hay que seguir aunando esfuerzos.





No os preocupeis muchachos, estoy dispuesto a publicarlo todo




 "Mr. and Mrs. Smith" (1941) es una comedia americana al uso, en la que entre bromas, un matrimonio deja de serlo por problemas de jurisdicción. Tiene sus buenos detalles. Pero peca de liar la trama a extremos insospechados. No tiene tanta gracia como podría haberla tenido. La broma se alarga tanto, que lo mejor que uno espera es que al final se acabe la película. Mejorará la cosa con "Suspicion", de la que ya hablaré en otro momento.




¡Ay! pero qué bobos somos


En resumen, vean ustedes "Young And Innocent" de esta remesa. Lo demás...

... continuará...
 

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27 Julio 2007



Cuatro nuevas películas a comentar. Alguien pensará que no he hecho otra cosa más este año que ver películas de Hitchcock.

 "Suspicion" (1941) es una buena película de suspense, que comparte problemas con "Spellbound". Una pareja desarrolla una relación sin que nadie le pueda ver demasiado el sentido.
 En este caso, Joan Fontaine es una chica sencilla, tímida, sin ninguna experiencia con los hombres; Cary Grant vuelve a fastidiar la película con su sobreactuación. Se las da de dilapidador de fortunas inexistentes, adepto al crédito bancario y sobre todo al de los amigos, en vías de ser alcohólico, caprichoso, imbécil, etc... Y los dos se enamoran. Hasta que la película toma poco a poco la dirección siguiente: el payasete está tan endeudado que necesita dinero a toda costa, y se sugiere al espectador que tampoco el asesinato va a ser un freno para este hombre.
 El final, bastante conocido (o eso espero), en el que la pareja conduce un coche a gran velocidad, se supone que fue uno de los que decidió la productora por el mismo Hitchcock. ¿El vaso de leche debía estar o no envenenado? En fin, Joan Fontaine está deliciosa en alguna de las partes de la película, así como Nigel "Dr. Watson" Bruce, borrachín de lo más encantador.
 Película que en su día vi, y que no me llegó a convencer del todo. Creo que esta vez me ha gustado más; ¿por qué? porque se ve bien a las claras la podredumbre que rodeaba a esta gente tan famosa que se hacían llamar actores y actrices.




Venga, mujer, que sabes que esto es de mentiras


 "Saboteur", nada que ver con "Sabotage", es otro canto al más degenerado patriotismo pro-americano. Historias de supuestos anarquistas dispuestos a volar pantanos y buques. Lástima que los planes siempre se vienen abajo. Hay poco dinamismo en la película. Empieza bastante bien. Un trabajador muere en una fábrica. Alguien provoca un incendio, alguien en vez de ayudar a apagarlo lo aviva, sulfatando gasolina en vez de agua (como años después lo haría Mortadelo en una de sus grandes aventuras). A Hitchcock le venía demasiado grande el poder político que significaba rodar películas en un país con un régimen seudo-fascista allá por 1942. Una pena. No me voy a alargar más con este tema. Las escenas finales en la Estatua de la Libertad no aportan nada. De hecho, hoy en día dan bastante repelús emocional. En fin, un fiasco.



Algo nos une, amigo. Pero tú debes caer antes que yo


 "Under Capricorn" (1949) es una buena película. De época. Ambientada en la que ir a Australia significaba ser un maleante, o un pérfido buscador de dinero fácil. Cotten hace un papel digno, en el que se le respeta bastante su carácter hasta el final de la película. Un personaje de los de antes, cabezón, con su propia moral, pero sin retortijones de guión hacia el final. Ingrid Bergman protagoniza un papel diferente para ella. Está más guapa, y su locura y su constante borrachera de gloria se puede considerar como más verosimil de lo normal. Para Hitchcock es su otra película "gótica" después de "Rebeca". Recomendable. A pesar de que la historia contiene un romanticismo bastante exagerado, se deja ver muy bien. No hay demasiados peros.



Largas melenas, ¡dejadme en paz!


 "Stage Fright" (1950). No recuerdo bien esta película. Me dormí al menos en un par de intentos. Quizás fue porque es la única que he visto vía "colección 500 yenes". Ni siquiera Marlene Dietrich la salva demasiado. La que la hace perder mucho es Jane Wyman, actriz especialmente odiosa.




Sin más comentarios


Y por ahí queda alguna más...


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24 Septiembre 2007


Con estas cuatro películas, completo mi detallado y sesudo estudio, al menos aburrido sí que es, de las películas menos conocidas de Hitchcock.

 Empiezo con la mejor del cuarteto, "Jamaica Inn", la posada de Jamaica, año 1939, última película de Hitchcock rodada en su patria.
 Lo primero indicar que sin la ayuda especial de la Filmoteca de Girona, y a través del Doctor X., este proyecto nunca hubiera salido adelante, y no podría haber visto esta película, enviados los rollos especialmente desde Españaaaaaa, er... bueno...

 La posada de Jamaica es un lugar de refugio de truhanes, de contrabandistas, de asesinos, de pillos, de desalmados, de alcohólicos y mujeriegos (aunque alguien pudiera ver algo de homosexualidad entre ellos), que provocan naufragios enfrente de las difíciles costas de Cornualles. A través de un blanco y negro viejo y desgastado, vemos las olas que se van a romper contra las rocas, y contra las cabezas de los muertos. Lo que demuestra la valía de Hitchcock, que al parecer no valoraba esta película mucho, es que dirige una perfecta película de aventuras al uso, ni más, ni menos. Que rodara uno o tres años antes películas de propaganda como "The Lady Vanishes" o "Secret Agent" parece que no le hizo olvidar cómo entretener al público con un poco más de gusto.
 Charles Laughton, el gordo actor, quien en realidad es justo pionero del "¡Tu Tío!" del señor Scaramanga, con su "Chaaaaaadwick, Chaaaaaaadwick", añade a la película un personaje pocas veces visto en el cine en la segunda mitad del siglo XX.
 Verdaderamente, los peores hombres retratados en el celuloide, los que más maldad, soberbia, iniquidad, orgullo y ansias de poder transmiten pertenecen a los años 20, 30 y 40, al menos en Europa y EEUU, que decir esto del cine asiático ya se sale de la jurisdicción de mis atrevimientos fementidos.
 Película para ver y relajarse, pero también para darse cuenta de que en ella, está todo lo que tiene que estar en la vida, como suele ocurrir en una buena aventura.




Esas caras lo dicen todo. Estamos ante algo grande



 "Atrapa a un ladrón" es lo peor que he visto del Hitchcock moderno, pero en realidad, la culpa la tiene Cary Grant. Ha envejecido fatal la película. Y eso que es casi 20 años más moderna que la anterior. Este actor, con esa peluca que parece que lleva, y esa superioridad con la que aparece en cámara ahuyenta a las masas de hoy en día. No he vuelto a ver "Con la muerte en los talones", que aunque es mejor, quizás me produciría un efecto similar. Gracy Kelly puede pasar, porque era demasiado guapa para estropearla en pantalla, pero aún y todo, también se cree lo que pronto iba a ser (en 1956), una princesa consentida y con ganas de liar al personal. Poco más que comentar. Si acaso, shikashi, , la estupenda publicidad turística que Hitchcock hace de la Costa Azul francesa, cuando todos sabemos, por lo menos yo, que aquello es tan bonito como cualquier pueblo de la Costa Brava (bueno, esto se lo debo a la mentada Filmoteca), solo que infestado de leyendas innecesarias en el siglo en el que vivimos. A huir de ella. Para novicios de catorce años, o para camareras de maid cafés franceses, a ver si pescan algo.




Sin palabras ¡Vamos todos al parvulario!


 "Pero, ¿Quién mato a Harry?" (hay un capítulo de "El Equipo A" que homenajea a esta película) es mejor, y eso que está rodada en el mismo año que la anterior. Supongo que Hitchcock se hartó de las indigestiones que le producía rodar en serio lo que es una broma de mal gusto, y optó por rodar en broma lo que es muy serio. Un hombre mata accidentalemente a otro, y a partir de aquí, se suceden situaciones humorísticas acerca del muerto. Lo entierran, lo desentierran, la policía no se entera de nada, y se crea una película bastante simpática para la época. Aunque ¡ojo!, tampoco aporta mucho, realmente. Para pasar el rato.
 Los actores, ¡gracias!, no son demasiado famosos, y hasta Shirley McLaine se deja ver, aunque ya empezaba a dar muestras de insuficiencias varias, entre estas, algunos escarceos con la imbecilidad.

 La película está llena de ese humor inglés que de verdad hace reir por momentos, aunque a veces cuesta, y el espectador tiene que poner de su parte.


Mira, es un muerto. Venga, vámonos a casa, que papi se va a enfadar


 "El Hombre que sabía demasiado", segundo intento de Hitchcock, es, como el primero, tedioso, y más si cabe, con un James Stewart nada inspirado. Película que recuerda a "Babel", sobre todo la escena del autobús del principio. La película se hace larga, la trama excesivamente aburrida a estas alturas, y nadie ya da un duro por este tipo de juegos de  información/no información.
 Aparte claro está, la protagonista, Doris Day, añade más odio en la mente del espectador. Una actriz ni bella, ni siquiera guapa, ni con dotes de actriz, pero con unas especiales para desafinar cuando se pone a cantar. Odiosa, en suma. La trama cuando llega al Albert Hall de Londres mejora algo, sobre todo porque se sabe que falta poco para que se acabe la función. Y el final, con el primer ministro de no se qué país dando una fiesta en una embajada con más agujeros de seguridad que una que yo me sé... En fin, a evitar rigurosamente.




El cartel, evidentemente, sugiere el tiro en la nuca para la fea y brujil Doris Day


 Si tuviera que quedarme con cinco películas de Hitchcock serían:

 Sabotage, Extraños en un tren, Psicosis, Los Pájaros y Frenesí, aunque tendría que volver a ver la de los pajaritos, porque quizás los cambiaría por una soga. Elimino Vértigo, porque para eso ya está Naruse Mikio y su "Midaregumo".

 Good Bye! Mr. Hitchcock! Le repasaré en otro momento.

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