Saturday, November 24,
2007
La
Nouvelle Vague
La Nueva Ola del Cine (que en Anglolandia ya murió hace tiempo,
el cine, quiero decir), la del siglo XXI, también viene de
Francia. No podía ser de otra manera.
Frontiere(s) de Xabier Gens (aceptando también a la
danesa How To Get Rid Of The Others - Anders Ronnow Klarlund)
aporta una visión real, dentro del cine de horror, de por
dónde van los tiros, o por dónde deberían ir,
dejando aparte experimentos estéticos como @REC,
o desvergonzados o descerebrados rimeiks y secuelas varias (salvando el
Halloween de Rob Zombie), en cuanto a qué sugiere miedo
en la pantalla para el espectador.
Hoy en día, en realidad desde hace demasiado tiempo, el director
de cine que quiera hacer una película con la idea de que el
espectador pase miedo en una sala de cine está abocado al
fracaso. Al público ya no le interesan esos personajes
solitarios, asesinos, traumatizados desde la infancia, libidinosos a la
vez que ultraconservadores; uy, esos ya no dan miedo ni aunque te
cruces con ellos a la salida del cine (que normalmente es por donde
suelen habitar cuando salen al mundo exterior). Uy, no. Después
de un siglo de asesinos de Dusseldorff, de Wisconsin, de Norman Bates,
de Michael Myers, de Jason... pues sí, ya vale.
¿Quién me asegura a mí que no estoy potencialmente
más traumatizado de lo que lo estaba el bueno de Michael Myers?
¿Y a quién le importa mientras que no agarre un cuchillo?
A nadie. Bueno, a casi nadie.
El miedo no viene desde dentro, ni desde el arbusto nocturno, ni desde
la bañera con la cortina cerrada. Viene desde fuera, desde muy
lejos, desde muy alto. Y ya está instalado. En el caso de Frontiere(s)
en París, y en el resto de Francia, el régimen
político que gobierna el país, de extrema derecha, hace
que sean difíciles las cosas. Unos chavales, con unos cuantos
euros en el zurrón deciden escaparse a Holanda. Justo al llegar
a la frontera, donde desean pernoctar, se encontrarán con que se
han introducido en un castillo, versión nazi, del tipo que
imaginara el divino marqués para su Justine. Solo que este es de
verdad. La gente es tratada como carne de cerdo. La sangre
está constantemente presente en la película.
También la idea del embarazo y del parto de algo nuevo, que
será difícil que se produzca.
La película es un baño de sangre, a cubos y cubos. Es un
miedo especial el que se pasa en esta película. Altamente
recomendable para visionarla tras ver un telediario y darse cuenta de
que en realidad es lo mismo. Si quieren pasarlo bien, vean cine de
terror. Si quieren pasarlo mal, vean Frontiere(s).