HORIZONTES LATINOS
Películas que proceden de América Latina. 12
películas en total, de las que he visto cinco (las subrayadas).
Analizadas en orden de visión.
SALSIPUEDES ARGENTINA
Duración: 66m. MARIANO LUQUE
AQUÍ Y ALLÁ
ESPAÑA-EEUU-MÉXICO 110m. ANTONIO MÉNDEZ ESPARZA
EL ÚLTIMO ELVIS ARGENTINA-EEUU Duración: 90m. ARMANDO BO
DESPUÉS DE
LUCÍA MÉXICO-FRANCIA Duración: 102m. MICHEL FRANCO
EL BELLA VISTA URUGUAY-ALEMANIA Duración: 73m. ALICIA CANO
POST TENEBRAS LUX MÉX-FR-ALE-HOL 120m. CARLOS REYGADAS
ERA UMA VEZ EU, VERÔNICA / ONCE UPON A TIME WAS I, VERONICA
BRASIL Duración: 109m. MARCELO GOMES
LA SIRGA
COLOMBIA-FRANCIA-MÉXICO Duración: 85m. WILLIAM VEGA
JOVEN & ALOCADA CHILE Duración: 92m. MARIALY RIVAS
LA PLAYA COLOMBIA-BRASIL-FRANCIA Duración: 90m.JUAN
ANDRÉS ARANGO
LA DEMORA
URUGUAY-MÉXICO-FRANCIA Duración: 81m. RODRIGO PLÁ
INFANCIA CLANDESTINA ARGENTINA-ESPAÑA-BRASIL 110m.
BENJAMÍN ÁVILA
Salsipuedes
Mariano Luque, at K2
Mientras el señor Gere
intentaba justificar su última película en rueda de
prensa, me acerqué al K2 y vi esta cortísima
película del argentino Mariano Luque. Son evidentes la escasez
de medios y las limitaciones con las que cuenta este trabajo, pero,
qué quieren que les diga, me parece una película bastante
más aprovechable de lo que pudiera parecer. Trata el tema de la
violencia de género, que al menos, no es doméstica, pues
la acción transcurre en un camping. Este detalle ya es un dato
muy a tener en cuenta. ¿Para qué rodar una historia
dentro de un piso o apartamento cuando se puede transmitir un mensaje
más claro y contundente fuera de esas paredes de ladrillos que
muchas veces son las únicas culpables de lo que ocurre tras
ellas? Una pareja, sin muchas luces ambos, va a pasar un finde a un
camping que en pantalla queda bastante pobre. Mientras ella espera en
el coche, él monta la tienda de una manera que hace pensar que
en ese equipo de rodaje nadie lo ha hecho nunca. El tipo está
haciendo como que no hace nada. Podrían haber cuidado esta
escena más, sobre todo porque es la primera, y bastante larga.
Luque dice en prensa que
quería «destrabar la figura del cordobés
gracioso», y tengo que suponer que en la Córdoba argentina
se lleva el tipo de humor que se gasta el protagonista, un humor basto,
lerdo, de mal gusto, casi siempre dirigido contra su mujer. Si bien el
marido es un chulo de playa venido a menos, apenas capaz de hacer una
barbacoa en un camping de tercera, la mujer tampoco es que colabore
demasiado para luchar contra su aburrimiento vital. Aparecen de visita
la madre y la hermana de ella, y uno se da cuenta de lo mal rodeada que
estaba la esposa antes, y la posible causa de matrimonio con el tipejo,
que no es otra que huir de su propia madre, posesiva, atractiva,
vengativa, altiva, orgullosa. Y el marido juega con esto, pinchando a
la mujer en cuanto puede (la escena rodada en el interior de la tienda
de campaña es realmente desagradable). Sin embargo, la figura
del padre no aparece por ningún sitio.
Un mundo de mujeres cargantes en
lucha con un chulo de playa. No es que sean malas personas, ni la
violencia psicológica que flota en el camping surja de una mente
especialmente maliciosa, no. Es que la situación de por
sí ayuda en mucho a que todos acaben enfadados, hartos de su
mediocridad, aburrimiento y falta de miras. “Salsipuedes”
para mí es un título muy acertado, pero habría que
aplicárselo a todos y cada uno de los personajes, aunque
especialmente a la esposa, que es la que se encuentra en el centro del
huracán. Algo de todo esto sugirió el director en el
coloquio posterior al pase en el K2, aunque las preguntas de la
juventud fueron más bien afirmaciones gratuitas, y que no
venían a cuento. Votada con un 4,712. De nuevo, injusticia
joven.
Aquí y Allá
Sencilla, tierna. No conozco a
ninguno de los actores, y se nota. Tampoco es que lo sean, realmente,
en un sentido profesional, y esto ayuda a que la película mejore
bastante. Porque cuando se cuenta una historia como la de
“Aquí y Allá”, lo mejor que puede pasar es
que la artificiosidad sea la mínima. Y sabido es que cuanto
más conocido es un rostro en la pantalla, menos real se vuelve.
Las niñas son una ricura. El padre regresa con un sintetizador
de NY y quiere montar un grupo en el pueblo, en México. La
tremenda cuesta para subir a casa, el calor, el maíz, la
sequía, el trabajo. Como en familia. El milagro del cine surge
de nuevo. Al padre se le acaba la pasta en buena parte por problemas en
el parto de su tercer hijo. El hospital. Las transfusiones de sangre.
La calle. La búsqueda de un nuevo trabajo. Finalmente, se ve
obligado a emigrar. Sin embargo, la atmósfera que se crea en la
película ahuyenta los dramas, y acoge con buena
disposición el calor que transmiten los personajes.
Director y Productor
Como bien dice su director,
Antonio Méndez Esparza, —un tipo que se ve que es un
buenazo—, «yo quería hacer una película de
recuerdos, y también de momentos de alegría, de instantes
hermosos entre los componentes de la familia, cosas muy simples y
sencillas, pero que son lo mejor de la vida». Y a fe mía
que lo consigue. Felicidades. La juventud castigó a la
película con un 3,837, la cuarta peor de todas las concursantes,
de nuevo dando a entender que lo suyo no es el cine.
Subtítulos en
inglés de mucha ayuda, pues si no, es complicado entender muchas
veces ese castellano mejicanizado que sale tan bajito de la boca de
algunos actores.
Después de Lucía
Pobre Alejandra
Gran calidad de rodaje en esta
historia que deriva en un bullying
brutal a una estudiante de instituto. El director mejicano Michel
Franco dice sobre la película: «Los adolescentes no son
actores profesionales. Conocí a la protagonista Tessala, que
sí es actriz, y preferí escribir un guión para su
grupo de amigos. No quería hacer una película de
adolescentes como las series americanas, que me molestan mucho, y
también detesto los casting,
que me parecen una pérdida de tiempo y dinero, así que
reescribí el guión para ellos y funcionó creo que
muy bien».
Michel Franco, en primer
término. Detrás, Gonzalo Vega, actor.
Michel, ¡qué grandes
palabras! Y vaya que si salió bien. La historia se cuenta ella
misma a su ritmo, con la calma; los acontecimientos se van
desarrollando. Alejandra, la protagonista, y su padre, llegan a una
nueva ciudad, después de la muerte en un accidente de
tráfico de la madre, Lucía. Padre e hija intentan
superarlo con buena disposición, hasta que Alejandra comete el
error de dejarse grabar por la cámara de un móvil, que la
recoge borracha y fornicando con un compañero de instituto. A
quien hay que suponer que es inocente; él no sube el
vídeo a la red, si no algún otro compañero/a que
se encuentra por ahí el teléfono. A partir de este
momento, Alejandra vive una pesadilla que no tiene fin. Sufre todo tipo
de perrerías. La venganza final del padre.
Película que incita a la
reflexión, y aborda el problema de manera seria y valiente,
aunque no lleva el drama a los límites de la realidad. Como dice
el actor Gonzalo Vega: «Lo que se presenta es un situación
dura, pero en la vida real hay cosas muchísimo peores, que
terminan muy mal. En México la mitad de los suicidios de
adolescentes tienen que ver con el bullying»
La juventud, más pendiente
de su propio móvil que el de Alejandra, otorga a esta gran obra
un discreto 6,159. Sin comentarios.
La Demora
Sencilla película uruguaya
de Rodrigo Plá, cortita, pero eficiente también. Basada
en un relato de su esposa, Laura Santullo, es su tercer largometraje.
Se cuentan las aventuras de una ama de casa con tres niños y un
abuelo que cuidar. El abuelo poco a poco pierde la cabeza, afectado por
el Alzheimer. Un día protagoniza una escapada que le hace pensar
a la hija que donde mejor puede estar su padre es en una residencia.
Pero no se lo aceptan. Así, al salir de este lugar,
después de hacer papeleos inútiles, la hija le dice al
padre que ahora vuelvo, y no vuelve, —y ella de paso se ha
quedado con el carnet de identidad del viejo—. Y prosiguen las
aventuras, que tienen un final feliz.
Rodrigo Plá
Repito, sencilla, y digna,
película que no por ello deja de cumplir su objetivo. Me quedo
con esa búsqueda nocturna que hace la hija por la ciudad,
pasando por diversos lugares de acogida de ancianos perdidos en este
mundo que ya no es para ellos.
La Sirga
Según la RAE una
“sirga” es una maroma que sirve para tirar las redes, para
llevar las embarcaciones desde tierra, principalmente en la
navegación fluvial, y para otros usos. En resumen, un lugar en
tierra desde donde poder manejar redes, o embarcaciones.
Rodada en la región de
Pasto, tierra de raíces quechuas, en las cercanías de la
frontera con Ecuador. “La Sirga” tiene un comienzo muy
potente. Enseguida me recuerda a las imágenes de los antiguos
empalamientos de Vlad. Se
sugiere el mismo tipo de violencia cruel y sin miramientos. Una joven
llega a la sirga, de no se sabe dónde, y empieza a habitar con
su tío en una casa que en algún momento fue albergue
rural, o algo parecido, para los turistas. De los que se habla a lo
largo de la historia, de su próxima venida, pero que en
ningún momento llegan a aparecer. El conflicto armado en
Colombia flota continuamente sobre la sirga, la casa, el lago, los
personajes. Hasta parece que influye también en el clima. Los
habitantes sobreviven. Sin mayores preguntas ni respuestas. William
Vega, el director, aduce: «Yo quería acercarme a los
problemas, pero de otra manera, sin hacer sangre ni excederme en
mostrar horrores». Vega se cuida más de los elementos que,
en conjunto, forman la vida allí. Las lanchas, la
vegetación, la bruma. La película termina como empieza, y
plantea una serie de preguntas en el espectador. ¿Qué
será de ellos ahora que Vlad
ha llegado al pueblo?
William Vega
Siguiendo en su onda, la Juventud
cree que esta es la tercer peor película de su particular
selección (3,754). Se equivocan. El cine del futuro, fuera de
palomiteos varios, se basará en el modelo latino: actor no
profesional, poca acción, y un ritmo más parecido a la
vida real, es decir, más lento. Y sin tanto énfasis en
las nuevas tecnologías y aparatitos.